"Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro." (Aldous Huxley) |
|
domingo, enero 12, 2003 Estaba dándole vueltas en la cama a mi mente mientras miraba el techo de la habitación, esperando que el rebaño de borregos hiciese su aparición estelar y me llevasen de la mano hasta los dominios de morfeo. Allà estaba yo, y como los borregos hacÃan uso de unos modales mas que deseables por la tardanza a la que me tenÃan sometido, me puse a imaginar a la florecilla mientras hacia su vida cotidiana en la red de redes, que está llena de basura y de la que yo soy una evidente prueba. Me la imaginaba muy puesta delante de una pantalla, con sus uñas perfectamente arregladas, con un peinado muy estético, con su vestimenta conjuntada, desprendiendo un agradable perfume. La imaginaba sonriendo después de leer unos correos en los que se ponÃa de manifiesto la imbecilidad masculina y tomando notas.
De repente, un pensamiento fugaz recorrió mi mente de punta a punta, como si de una sacudida eléctrica se tratara...sÃ, realmente yo era parte de ese circo ambulante que pululaba a diestro y siniestro por estos mundos electrónicos y yo estaba en esas microfichas...que horror, porque la visión que tuve de mà mismo fue la de verme inmerso en ¡¡un gran hermano!!. Me entró sudor frÃo solo de pensarlo, imagÃnate, estaba encerrado en una habitación abarrotada de alternativos de izquierdas. Estos elementos son unos seres ignorantes cuya holgazanerÃa manifiesta viene bien protegida de insondables simas de estolidez, y es, a mi modo de ver, una especie muy común en estos enrevesados pasajes de las ondas eléctricas. Son unos personajes enojosos, no porque corramos peligro con ellos, sino que nos llevan a perder irremediablemente el tiempo leyéndolos o prestándoles atención y que, a menudo, nos obligan a cometer estupideces porque nos hacen perder los nervios. Como es analfabeto no ha leÃdo nada, y esto lo suple en sus mensajes con constantes referencias a la poesÃa de Mario Benedetti y a la filosofÃa de salón de Nietzche. Con ese esfuerzo "intelectual" se siente satisfecho de si mismo y se muestra encantado pensando que con ello, obtiene el clamor popular. Como no sabe leer va mucho al cine y se convierte en una especie de critico estúpido, en el que sus parámetros de medida se ciñen al "me gustó", o "fue un tostón", sin dar un argumento valido a esa opinión, a su modo de ver, irrefutable. Como no liga en las noches de fiesta normales, se dedica a vender "su producto" por estos mundos, a la caza de débiles almas que caigan en sus redes, encandilándolas, dando siempre una vuelta más, como las pitones, alrededor de los cuerpos de sus vÃctimas, apretándolas hasta que logran quitarles el aire fresco necesario. Estos sujetos son patéticos y deberÃan ser objetos de nuestra piedad, pero con su actitud, acaban generando ciertos clichés en los que nos vemos envueltos casi todos y de a los que nos vemos obligados a seguir. Me entró el pánico al pensar que yo podrÃa ser uno de ellos, asà que mirando a mi alrededor, quise escapar por la puerta más cercana, pero en el mundo en el que estaba, no la habÃa, solamente una habitación con las paredes lisas en las que los indeseables peleaban por ganar la atención de la flor, pensando que con ello, quizá pudieran salir de ese atolladero y podrÃan, desde las alturas, reirse a carcajadas de los que quedábamos en la sala, atrapados. GemÃ, luché, pataleé, y de repente, me vi metido en una bolsa de plástico dentro de un armario, a la espera de que la puerta se abriera y se colara con ella, la luz que tanto se resistÃa a aparecer (en esto se parecÃa a los borregos del sueño). Me sentÃa como un pantalón del Zara, a la espera de que un compromiso o una invitación al cine, me sacara de aquella percha en la que estaba colgado, pero la puerta no se abrÃa. Desesperado, volvà a la sala, donde seguÃan peleando los gusanos de salón, y donde a mi, me empezó a dar una risa nerviosa al verlos casi igual que los peces, con las mismas convulsiones que les dan a los seres acuáticos cuando los sacan a la tierra seca... empecé a temer que me convertirÃa en uno de ellos, que yo era uno mas de aquellos odiosos seres que estaban fichados en las hojas de flor, siguiendo unos patrones establecidos y que me observaban en la distancia cientÃficos de bata blanca que estudiaban mi comportamiento. Mi miedo era patente, mis temores se acrecentaban, y parecÃa que me irremediablemente la muerte por pánico me llegarÃa... Desperté sobresaltado y sudoroso, oteando a mi alrededor para comprobar que habÃa vuelto a mi ser originario, y que, después de todo, siempre queda el botón "desconectar". Encendà la televisión, y pude respirar aliviado al saber que mi Madrid habÃa vuelto a ganar fuera de casa y que el Valencia se habÃa dejado empatar en su casa. Felices sueños... [hades][2:03 p. m.] |
Links [/] Escríbeme Cajón Desastre Actualmente hay:
Capítulos anteriores
01/2003
Mundo Blog
------------------------------------------------------- Un blog de Hades 2004© |